Salimos a cenar buscando una joya por la zona y , sin duda, la encontramos.
Hace tiempo que no comíamos tan bien.
La calidad de la comida es suprema, una elaboración en la que puedes notar el cariño.
El servicio impecable, y la relación calidad precio, más que aceptable teniendo en cuenta el producto ( foie, trufa, quesos dop, jabalí, etc...).
El restaurante en sí es pequeñito, pero súper acogedor y romántico.
Sin duda volveremos a probar el resto de la carta, que, aunque tenga pocos platos, es de esos restaurantes en los que no quieres perderte ninguno.
Salimos muy contentos, felicitaciones al chef y al camarero!
“Acogedor, tranquilo y que platos de temporada de alta calidad” – Comida: Catalana de temporada. – Escondido entre las calles limítrofes de Vila de Gracia y Sant Gervasi se encuentra este pequeño restaurante tranquilo de luces tenues y ladrillo visto que sirve recetas catalanas de temporada, ideal pala una velada tranquila y romántica. Platos elaborados con mimo, de ingredientes de alta calidad, se unen para disfrutar de una perfecta cena en compañía. Dejaros recomendar por el camarero y disfrutad.
Jerónimo Colodro del Amo
+4
El recibimiento fue algo frió y al entrar en este diminuto local, con no más mesas de las que se aprecian en la imagen temimos por nosotros. Solo quedaban tres mesas de las ocho disponibles, una muy mal iluminada, otra minúscula codo con codo con otra pareja y casi en la misma puerta y una tercera. En esta tuvimos la suerte de sentarnos. El tiempo en tomar nota fue algo excesivo para un local tan pequeño que es llevado por la camarera y el cocinero. (Supongo que son los dueños). La carta de vinos es muy reducida y con toscos puntos pintados en algunos caldos indicaban que ya no estaban disponibles. Aún así se sirvió el vino a la temperatura adecuada. De primero tomamos croquetas de la abuela, deliciosas casi rozando las que hacía mi madre, de 9 y corazones de alcachofas que merecen mi 10 y que solo por ellos volvería. De segundo ternera, algo dura a mi entender y un magret de pato que no nos despertó ninguna emoción. Finalmente nos lanzamos a por los postres con un brownie de chocolate blanco más que digno y una delicia que no logro recordar el nombre pero que se mereció nuestro otro 10. Volveremos porque el lugar es íntimo y algunos platos son exquisitos, bueno para parejas, desaconsejado para más de dos pues se desentonaría o se rompería la magia del rincón. Aquí hemos celebrado nuestro aniversario y os hemos levantado satisfechos y acaramelados. Como avisan en su web,con 42€ persona se toma una comida excelente y moderada en las cantidades que te permite seguir la noche sin empacho alguno.
Mi sorpresa (no muy grata) me la llevé al entrar al local. Lo que me imaginaba como un lugar amplio se definía como un lugar minúsculo con apenas 8 mesas, algunas demasiado juntas de las cuales eliminaría una de ellas por estar demasiado próxima sin espacio suficieente para sentarte cómodamente nada más entrar en el restaurante. Pero no te puedes dejar llevar por las primeras impresiones, así que nos dejamos llevar a las siguientes.
De todas las mesas que nos podían sentar, creo que obtuvimos la mejor, situada en el centro de la salita.
Algo que me llamó la atención fue que para ir al baño tenías que pasar por la cocina hasta una terracita interior al aire libre donde había una especie de sillón para no más de dos parejas si lo que buscas es algo de intimidad. No lo reseño como algo negativo sino como algo diferente.
Lo que no me pareció correcto fue encontrarnos con una carta solo en catalán. No quisimos pedirla en castellano porque personalmente hablo catalán pero mi pareja no y como muchas más personas que puedan querer ir a comer o cenar. Si ves que tus clientes no hablan catalán y si la tienes (que insisto que lo desconozco), lo mínimo es ofrecerla y si no la tienes, creo
Necesario por respeto a las personas que no hablan catalán tenerla.
De nuestros primeros, resalto las alcachofas del menú.... es un alimento que me pirra y encontrarlas bien hechas y cuidando su elaboración es complicado. Me parecieron una delicadeza para el paladar.
De nuestros segundos no me parecían de muy difícil elaboración y la materia prima tampoco me parecía de primerísimas calidades pero disfruté con el Magret de pato sobretodo.
Sí resaltar los postres, sobretodo los “embolics de xocolata” una auténtica delicatessen hechos con la mayor delicadeza que se me ocurre imaginar. Por ponerles un pero, para mi con muy poco chocolate, pero es que soy una amante del chocolate y siempre me parece poco.
Sin duda, si buscas un lugar con poca gente ni bullicio, es el lugar ideal aunque sea pequeño, pero siendo lugar pequeño es como sí se puede conseguir lo que acabo de describir, más si buscas un lugar romántico donde celebrar algo íntimo y personal.
Sin duda volveremos porque por unos 45 euros por persona pagas lo que estás recibiendo sin sentirte estafado y lo que es mejor, sales contenta y satisfecha.
Perfecto! Romántico y cocina exquisita! Por favor dejaros aconsejar...el camarero es un 10☺️
Un sitio muy tranquilo, acojedor y Buena comida. Me encantaron los tomates de Barbastro!!!!
La comida estaba riquisima, el local muy acojedor y el servicio super amable. Recomendable
Cena romántica en lugar acogedor excelente servicio y la comida espectacular, nos encantó el flan de foie, ambiente con luz tenue sin duda repetiremos
Venimos de Valencia por viaje de trabajo. Fuimos recomendados por una amiga y magnífico acierto.
El lugar tiene una luz tenue muy agradable, íntimo, acogedor y con mucho encanto. Yo, comí una fideuá y no pudo estar mejor. Es cierto que para ir al aseo debes pasar por la cocina. Pero qué chulo esto, no? Me ha encantado. Sin ninguna duda, volveré la próxima vez que esté por Barcelona.
Pilar Oyaga Vidaurreta
+4
Conozco este restaurante desde hace muchos años y continúa siendo un local coqueto, con pocas mesas y para comer o cenar en plan tranquilo. No esperen tapas. Platos tradicionales agiornados y buenos postres. Una dirección a tener siempre a mano. Lo recomiendo
Restaurante alucinte en todos para todos los sentidos y en todos los sentidos: comida exquisita, sabores intensos, buena presentación, precio muy aceptable. El trato es buenisimo. Buen rollo y calidad en la atención desde el minuto 0.
Si quieres descubrir un sitio nuevo en Barcelona, y asegurar el tiro (con clientes, pareja, amigo, etc) te lo recomiendo.
La comida exquisita. La carta muy bien. No apto para cualquier bolsillo (incluido el mio) la relación caNTidad-precio-calidad justa... pero el trato es más que impecable si es q esa determinación existe. El magret buenísimo y los entrantes que probamos... sabrosisimos. Los postres un espectáculo. Pero repito prepara 50 euros mínimo pax .
Gran restaurante, calidad cien por cien, raciones buenas, bien cocinado y con mimo. Encantados con la panacota y el sorbete de manzana. Los filetes de buey y gorgonzola de 10. La ensalada con jamón un gran descubrimiento.
El servicio de 10, grandes anfitriones sin duda.
Repetiremos
Dr Carlos Céspedes Irrazábal
+4
Restaurante agradable por parecer más comida casera o de barrio. Bien elaborado y con muy buena atención.
Mesas pequeñas y espacio reducido pero se compensa con la calidad de los productos y la elaboración de cada plato en la carta.
Ubicado en una calle chiquirritina se esconde este encantador restaurante ideal para reuniones íntimas.
Cocina cosmopolita y moderna. Platos exquisitos y de gran abundancia. No llegarás a los postres ;) Si vas en grupo: pedid variedad de platos para probarlo todo!
Restaurante pequeño pero muy encantador. Bien situado al estar cerca de Via Augusta y Trav. Gracia. Carta corta pero suficiente, platos sin compleja elaboración pero muy ricos y agradables al llevar buen producto de base. El precio es correcto y el servicio eficiente y profesional.
An error has occurred! Please try again in a few minutes