Un clásico del barrio de Sants. El local conserva el encanto de la decoración de antaño, con los toneles de madera, un museo de botellas de sifón. El vermut excelente. Una variedad de tapas muy, muy ricas. Una relación calidad-precio inmejorable y un muy buen servicio. Si no se es del barrio vale mucho la pena desplazarse.
Un lugar indispensable para ir de tapas por el barrio de Sants, amabilidad y calidad son unos de sus cualidades. La nueva dirección del local ha sabido mejorar una linea que atrae a la clientela del barrio y de fuera. El resultado es que está muy concurrido.
Teníamos muchas ganas de ir y la verdad fue todo un planazo.
La atención por parte del Staff de 10
La comida increíblemente fresca y con un sabor a casa que reconforta el alma
Las croquetas son la joya de la corona. Volveremos pronto.
Bodega con carisma en el corazón de Sans.
Amplia selección de tapas, pinchos y vinos. Todo muy apetecible.
Un lugar ideal para vermutear y tapear.
Buena atención.
Los taburetes resultan algo incómodos.
Bastante bien, vinos, vermuts, tapas y comida. Queso lonchas super finas)) pero está bien de precio/calidad. Vinos bien. Demasiada luz dentro, de mi opinión. En general bien, voy a repetir seguro.
Maria Angeles Caldeiro
+5
Es un local con mucho encanto en el q sirven muy buenas tapas y con buen servicio. Buena relación calidad-precio. Un clásico en Sants. Y para los q no vivimos en el barrio, aconsejable desplazarse para degustar su sardina ahumada, sus tablas, su torrezno o las tapas del día de pescado fresco😋😋😋
Local auténtico, estos locales no deberían desaparecer nunca, gran surtido de tapas y raciones, servicio correcto y amable, calidad precio genial.
Hemos vuelto y siempre geniales
Han renovado la propiedad, han variado algun aspecto del local como el dueño y la barra, mantiene su historia en el resto ya que es de 1927.
Hemos vuelto hoy y la verdad es que 5 euros por una tapa de ensaladilla nos parece exagerado ya que no era muy grande el servicio un poco despistado pero bueno creo que vale la pena volver, hay que mantener estos bares nuestros y no dejar que se conviertan en bares chinos.
Volveremos
Ayer, 15 de abril del 2023, comienza una nueva etapa y todo apunta que podremos aprovechar su atrayente oferta para tomar un vermut, elegir de su carta de vinos o cerveza, y de sus tapas variadas, en un entorno amigable en el que te encuentras muy a gusto.
Estupendo!
Los camareros fueron muy simpáticos y atentos. En especial el camarero más mayor fue un auténtico crack, nos sacó un par de carcajadas.
La comida muy buena, el precio también y el ambiente muy familiar. Nos gustó que al dar propina tocan el claxon para celebrarlo.
Sin duda volveremos, un local con muy buena vibra y buena comida ❤️.
Lugar tradicional para tomar un buen vermut y unas gildas.
Ambiente amable y personal muy atento.
El sitio genial y las tapas estupendas. Lastima que el chico que nos atendió debería estar de mal humor ese día porque nos hizo sentir que le molestabamos. Sitio genial y con mucho encanto m a ver si tenéis suerte y os toca otro camarero
La Bodegueta de Cal Pep, es un must en Sants un sitio para los que somos del barrio, es pequeño pero acogedor y está situado en una calle tranquila.
Ideal para los vermuts con amigos y tienen una selección de tapas de buena calidad, el precio es ajustado pero como la mayoría de los bares hoy en día en Barcelona.
El personal es siempre amable y atento, muy recomendable
El sitio es emblemático y el camarero que nos atendió, fantástico pero nos hicieron pagar la cuenta porque el local estaba lleno y nosotros habíamos dejado de consumir comida y bebida. Entiendo que hay que consumir pero no sé...el derecho a estar el tiempo que quieras debería respetarse si no tienen un cartel informativo de permanencia o consumición mínima. Aún y con eso, valió la pena, las patatas buenísimas y el vermut muy rico.
Vermut muy bueno!! Mirando la carta parecía que era un poco caro pero esta justificado. Materia prima de calidad. Hemos pedido boquerones fritos y chipirones, se notaba que era fresco. El lugar tiene mucho encanto pero no es muy grande, a pesar de estar bastante escondido estaba lleno. Hay alguna mesa pero no había sitio, hemos comido de pie en unos barriles a modo de mesa, al principio ha sido un poco incomodo pq había un grupo grande con varios niños pequeños en cochecito que lo ocupaba casi todo pero en cuanto se han ido, se estaba bien. Repetiré sin duda!!
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