Un pueblo con una luz y colores especiales, con la esencia aún en la costa de lo pequeño, por algo lo escogió Dalí para sus veraneos y montar su enorme casa con jardín desde que empezó con una vieja cabaña de pescadores.
Navajas muy buenas, croquetas buenísimas, el arroz normalizo, y el postre, tap de caduques bonísim!!! Con la nata con toque a crema espectacular (aunque un poco demasiado humedecido) pero espectacular! El servicio al principio un poco caótico, al final la camarera que nos atendió al final ( Virginia) genial*
Nos sorprendió la calidad de la comida y de las croquetas! Un ambiente bueno de terraza (en la que solo puedes sentarte si vas a cenar) y servicio correcto. Las copas de vino a 4 euros.. pero la tabla de embutidos está muy bien. Un precio medio de 20 euros por persona.
Poder pasear por Cadaqués en noviembre sin tener que sortear cantidades ingentes de turistas se agradece. Siempre es una delicia recorrer su litoral y admirar las vistas que de él se tienen
No entiendo por qué sólo tienen 3 estrellas. El camarero súper amable y atento, el vermut bien rico y la comida muy bien. Pedimos las bravas, los crujientes de pollo con mayonesa de romesco y de segundos hamburguesas eco (muy ricas), y entrecot. Todo muy rico 👌🏼🎉❤️
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