Comimos el sábado y súper bien por 25€ (con el cremaet). Reservamos un ratito antes y tuvimos suerte. La comida buenísima y el servicio muy atento a pesar de que había bastante gente . Un detalle: el vino de la casa impresionante!!! Normalmente en todos los sitios aunque la comida esté rica el vino del menú suele ser uno normalito a no ser que te compres un buen vino aparte, pues este vino que sería de alguna bodega o de cosecha propia, estaba buenísimo!!!!! Totalmente recomendable para comer en familia.
Comimos el menú diario. Comida casera preparada con cariño. La mejor fideuá del mundo. Las albóndigas de pollo al curry estaban suaves, tiernas y sabrosas. El pan del día crujiente y con molla. La crema catalana es buenísima. El local estaba limpio y el servicio fue amable y honesto. Aparcar fue fácil. Para repetir.
Restaurante especializado en paellas, carnes y tapas.
Cenamos de tapas, pedimos 4 y 1 ensalada para cada 4 personas y salimos bastante saciados.
Estaba todo muy bueno, pero quizá destacaría las patatas El Llaurador, la ensalada de rulo de cabra y el revuelto de setas, gambas y espárragos.
La lista de postres no era muy extensa, pero los que pedimos nos gustaron, en particular la tarta de queso, estilo La Viña, aunque podía ser algo más cremosa.
El carajillo, bien quemado.
El servicio fue rápido y atento.
Un punto negativo fue que a otra mesa les trajeron bandejas de carne torrandose en una plancha, el local estaba cerrado y salimos "ahumados" 😅
Dispone de terraza a dos calles, cubierta y descubierta.
Accesible para silla de ruedas.
Recomiendo reservar, sobretodo en época estival.
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