Gente super amable y, además, puedes disfrutar de vinagrillos de calidad a un precio muy razonable.
Volvemos una y otra vez por sus gildas, aunque echando de menos a quien tantos años ha estado al frente, sin despreciar por ello a quien ahora lo lleva.
En la última visita, 7.30 de la tarde, el mostrador ya vacío de pinchos aunque el local lleno, una pena.
Ignacio Rubio Landaluce
+5
Los mejores encurtidos de todo el universo mundial español y parte del extranjero.
Más de 35 años de preparación y venta los avalan.
Un par de gildas y un botellín de Estrella Galicia para empezar aquí y luego ya se puede continuar por la zona o los aledaños
Pequeño surtido de pinchos pero muy bueno. Buenos precios y excelente servicio. Recomendado.
Ubicado en una de las zonas de vermut que han surgido en los últimos años, ir a tomar algo y ver a Carlitos y a Blanca es un imprescindible. Si llegas, tiene una gran variedad y cantidad de pinchos de vinagre. Digo si llegas porque, aún en cantidad, por la calidad le duran muy poco. Bar de siempre y de encuentro con encanto.
Juan Carlos Martín Fernández
+5
Una taberna con pocas tapas (encurtidos) pero de excelente calidad. Buen vino bien servido y cerveza nacional fría de verdad. El propietario sirve con riguroso orden de llegada que controla con profesionalidad exacta. Precio asombroso . Imprescindible. Con ese ambiente único de los bares de barrio. Además su acogedora estufa encendida.
Lugar típico para pasar un rato y comer unos pinchos de calidad y buen precio con una cerveza 🍺🍺🍺
Un bar llevado con claridad y carisma, con encurtidos cómo bandera gildas, capataces y pinchos de pulpo. Un lugar arraigado en la ciudad, con los ecos de los usos de una época recién pasada. No se destaca por su espacio, ni decoración, pero sí por su ambiente y gracias a la presencia de Carlitos, persona admirable y alma del lugar. Es un bar entrañable y acogedor. Recomendable
Riquísimo todo.
Local imprescindible en Burgos.
Taberna-bodega muy modesta, vetusta y añeja, pero estupenda para el aperitivo, buenos vinagres y buena atención, un clásico en Burgos!
Si te gusta lo auténtico, lo pintoresco, lo familiar, y los vinagrillos de calidad éste es tu sitio. Lugar totalmente autóctono lejos de los lujos de los bares de turisteo, pero merece la pena parar aquí y comerte un estupendo pincho de pulpo.
Como dice su nombre es un bodeguilla donde dan unos pinchos a base de vinagrillos estupendos, a buen precio y si te gustan los cacahuetes, están a tu disposición para acompañar el vino o la caña. Eso sí, es un local pequeñito, sin comodidades. Es su único pero.
Los pinchos de vinagre son buenísimos. El precio muy razonable.
Y Carlos y Blanca muy familiares.
Buenos pinchos de vinagrillos... merece la pena
Bodeguita tradicional con buenos pintxos y trato familiar,todos los findes mi cervecita y un pintxo de pulpo sin falta.Y encima son del Athletic,aupa.
Atención, calidad pinchos y precio de primera. El local no da para más.
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