Ana Belen Ortiz Higuero
+5
Comimos tras pasar una jornada de visita a los lagos y al Santuario de Covadonga.
La atención de diez, diligentes y pendientes de todo, tuvimos suertes porque no dudamos y cuando nos sentamos aún le quedan alguna mesa vacía y de repente se llenó y género lista de espera.
La comida: muy rica, todo, el pastel de cabracho, los chorizos a la sidra, la tabla de quesos y el secreto....las patatas fritas como todas las q he comido en la zona norte de España...muy muy ricas.
Limpieza: pues también muy buena, hay bares/restaurante q según el desbordamiento q tenga...te dejan de poner hasta el mantel, pero aquí en todo momento mantuvieron su forma de trabajar.
Volvería si o si
Nos dejamos llevar por las buenas reseñas y no nos equivocamos.
Las raciones eran contundentes y estaba todo tan rico. Ibamos a pedir menú pero nos decantamos por pedir de carta para probar más cosas. Pedimos tabla de quesos, tabla de pescados ahumados, croquetas de queso, fabada y chorizo de jabalí. TODO ESTABA BUENÍSIMO. Además todo el personal era en encantador y había un señor muy riquiño preocupado todo el rato de que todo estuviera en orden y nos gustase.
Los postres eran súper grandes y estaban muy buenos, pedimos tarta de la abuela y arroz con leche.
Una experiencia grata, volveremos si algún se nos da la casualidad sin dudarlo.
El mejor restaurante en el que hemos comido en Asturias, tanto por la comida como por el trato del personal, comida exquisita y buenas cantidades, sin duda recomendable ¡Fabada riquísima! Volveremos!!
Es la segunda vez que estamos en Asturias y la segunda vez que venimos aquí. Sin duda las dos fueron genial, el hombre que nos atendió era súper amable y nos explico todo. Las croquetas de cabrales están buenísimas. La foto del cachopo es de la primera vez que fuimos a en 2019 y lo recordamos riquísimo también. Pudimos cenar con nuestra perra sin problema en la terraza. Recomendable.
El servicio y la atención de Juanra es impresionante, mucho detalle y muy buenas recomendaciones.
Menú del día por 20 euros, con bastantes opciones, y todo, buenísimo. Para repetir sin duda.
Vinimos por recomendación y acertamos sin duda! Las fabadas estaban muy buenas, el chorizo a la sidra más de lo mismo, y el cachopo "del abuelo" sin duda el mejor que he probado hasta ahora. Nos atendieron muy rápido y estaba todo de 10! Lo recomiendo sin duda alguna!
Hacia más de 10 años que comí la primera vez, y sigue dando tan bien de comer como siempre. La atención de 10 y con voluntad de dar de comer a todo el que pasa por allí. La comida de lujo, las fabes con almejas de lujo y el codillo espectacular. Sin duda un sitio donde volver es un acierto seguro.
Isabel M. Manzanares Sànchez
+5
La comida increíble!!! El dueño JuanRa súper simpático nos explicó como tomar los quesos, como servir la sidra…todo un acierto. La calidad muy buena y de precio acorde a la calidad. Sitio petfriendly que siempre es un plus 👍🏼
Ana Maria Haldon Patilla
+5
Cómo quiero al abuelo
Con la recomendación de un amigo llegamos para cenar en este lugar.
Nos gustó mucho la decoración y sobre todo la amabilidad de su dueño.
Pedimos sidra y nos explicó cómo tomarla para apreciar su sabor.
Croquetas y cachopo. Todo muy rico.
Destacar el pan artesanal que estaba muy rico y crujiente.
Los postres caseros también estaban deliciosos.
Volveremos...
Un restaurante con un ambiente familiar que rápidamente te hace sentirte como en casa, sumado al trato tan cercano de sus camareros que a pesar de que el local se encuentre lleno casi siempre, están pendientes de ti en todo momento. Y en lo que respecta a la comida, pedimos un chorizo a la sidra que estaba espectacular y el cachopo "El Abuelo", de los mejores que he probado.
Como anécdota decir, que además fue otro punto positivo para el local, que nuestra intención era pedir dos cachopos, uno para cada uno y el propio camarero nos dijo que igual iba a ser mucha comida. Otros se hubieran callado con tal de sacarnos el dinero, sin importar tirar la comida y sin embargo ellos supieron recomendarnos bien, lo que es de agradecer y significó que si vuelvo a Cangas de Onís, repetiré seguro aquí.
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