Ya visitamos el corsario varias veces siempre para tomar algo y la verdad q nos gusta y los pekes lo pasan bien allí... el servicio hay poco personal atender dentro sacar comidas días de gente es mucho para 1 persona pero eso sí la chica es encantadora.... el otro día comimos y la comida bien para picar algo al final vas a un merendero no a una estrella michelín asiq sabes q estará bien... seguiremos acudiendo
Invité a varios amigos a comer para celebrar el cumpleaños. Había estado en verano y para tomarte el café con un pincho es perfecto. La comida a buen precio para ser un grupo mediano y se nota que es casera. Destaco la matachana, que no estaba nada grasienta ni picante en comparación con otras que se piden por ahí y la pizza que te dejan elegir varios ingredientes. Permiten animales, hay 0 ruidos, aparcamiento en dos zonas, prado amplio, cabaña para cuando llueve, aire libre a elegir sitio, atardeceres preciosos con ruidos de vacas y pájaros de fondo (punto positivo, pues está alejado del ruido de la ciudad) y al mismo tiempo a 10 minutos del centro Gijón. El bus 24 te deja en la puerta. Los camareros un amor de personas. Lo único que la comanda tardó un poco para haber reservado, pero es que había más gente y solo tenían 1 o 2 camareros así que nada mal. Volveré siempre.
El merendero perfecto, con sol y sombra, espacio para jugar los niños con columpios, varias zonas diferenciadas incluidas algunas atechadas, comida variada y también carta vegetal 100% que es por lo que fuimos a conocerlo.
Comentaros que desde que volvieron de vacaciones en octubre no tienen carta vegana, solo fue por el verano que contrataron cocineros veganos.
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