Ambiente inmejorable. Buen rollo desde el segundo uno que entras en el local. Una decoración amorosa, al igual que la camarera, pendiente de todos los detalles. Repetiremos seguro. Gracias por alegrarnos el día un poco más 🤗
No recuerdo una cafetería en la que haya estado tan agusto. Todo buenísimo y comida auténticamente casera, hecha en el mismo día por la dueña. La comida, los desayunos y todo en general impecable, pero lo más destacable del sitio es el trato de Sheila, la dueña, quién siempre te recibirá con su mejor sonrisa y un trato como si estuvieras en tu propia casa. Sin duda, el mejor bar para desayunar, comer o simplemente tomarte un café, de Granada.
El único bar de Granada donde cuando entras se respira felicidad
Los cafés un 10 y la simpatía 20
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