Un entrañable restaurante con producto de gran calidad donde los sabores y los detalles se cuidan en todo momento . Llama la atención la amabilidad del dueño Eduardo que lleva el local de una manera excelente . De verdad que debería haber más restaurantes que tengan este trato de amabilidad y de entendimiento de que el trabajo es un servicio . El abanico de ibérico está delicioso, el solomillo ni te cuento
El mismo sabor que la doma de Sevilla pero en Madrid. Cerveza helada y todo lo que pedimos muy bueno: rabo de toro espectacular, una tapa de queso muy buena y un abanico de cerdo muy rico también. Ambiente muy bueno y local amplio y muy limpio. Nos ha encantado, volveremos!
Estábamos haciendo un tour de bares que tenían torreznos por el barrio, y he de decir que estos son el tipo de torreznos que buscábamos, quizás la corteza podía haber estado más crujiente, pero estaban riquísimos, la parte de grasa estába jugosa y se te deshacía en la boca junto con la de jamón.
Media racion de torreznos, sobre base de patatas fritas, las cuales, estaban muy buenas, no parecían congeladas, blanditas por dentro y hechas por fuera, costaba 9 euros, y la bebida, refresco coca cola, 2 euros.
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