Javier Milans del Bosch
+5
La tortilla de patatas, de sombrero, el rabo de toro de primer premio, la flor de calabacin a parte de original, suculenta y el steak tartare para saltarse las lágrimas...
Excelente atención y el cebiche de langostinos y viera es insuperable. Altamente recomendable.
Decoración cuidadísima, todo riquisímo y a precios muy buenos! Mas que recomendable ! Da gusto ir a un restaurante mono y que te traten tan bien!
Me ha gustado mucho este restaurante , hemos tomado varios platos y todos ricos. Servicio muy atento y amable. Volveré sin duda. Un poco apretados como única pega
Deliciosas opciones para comer y picar. La ensaladilla rusa, las tortillas y el pollo con salsa de curry merecen la pena. Buen ambiente y servicio profesional, rápido y atento. Mejor reservar, especialmente a partir del jueves, porque está muy concurrido.
Está bien ubicado ya que se encuentra en una de las zonas con mejor ambiente en Madrid. Dicho esto, el ambiente del sitio no encaja con el ambiente del barrio: es un sitio más “serio”.
El servicio es impecable, los camareros están muy atentos a todo y son muy simpáticos. En mi opinión, lo mejor del sitio. La comida estaba bien, pero nada del otro mundo. Destaco la burrata que estaba muy buena. De precio nos salió 24€/ cabeza 4 platos con sus respectivas bebidas.
Es un local precioso y merece mucho la pena ir. Cualquier reseña que se pueda hacer de este local es positiva.
Para empezar la decoración es excepcional, es acogedora a la par que bonita y elegante.
El trato con los camareros es muy grato.
Y la comida es fabulosa.
Pedimos las croquetas (las recomiendo encarecidamente), el rabo de toro y el steak tartar. Estos platos son un acierto.
Ciertamente he acudido al local con mi familia y los camareros que nos han atendido, concretamente Antonio, nos han brindado una gran experiencia de la comida gracias a su asistencia en la selección, algo de agradecer en gente “de buen comer”. Que te sirvan así es un placer.
Por otro lado la comida prácticamente impecable, de no ser porque el atún tenía demasiada pimienta, matando el sabor del atún; y el solomillo demasiado romero haciendo algo desagradable la degustación.
Restaurante con carta muy variada y elaborada. Ideal para una cena especial. Atención de camareros muy buena. Baños unisex. La tortilla trufada una delicia. Además, cuando dejan de dar cenas se convierte en un bar de copas con un muy buen ambiente. Lástima que cuando fuimos la C/Ponzano estaba en obras, ya que han perdido momentáneamente la terraza.
Hemos ido a celebrar el cumpleaños y a pesar de no sentarnos en la mesa que queríamos, hemos recibido buen trato y buena atención, la comida estaba rica, aunque los platos no eran de cantidad, pero estaban bien. El restaurante es pequeñito con pocas mesas pero acogedor. Los baños son compartidos de chico y chica, pero estaba limpio.
Hace poco fui con un grupo de amigos y pedimos un menú, la comida estaba muy bien, buen sabor, buena calidad, sin embargo pongo 4 estrellas porque había muy poca coordinación, incluso nos iban a servir un principal para dos personas cuando eso no fue lo acordado. Afortunadamente todo se aclaró y al final el chico que nos atendió terminó haciendo todo muy ameno.
Excelente restaurante con una gran atención al público. Sitio no muy grande pero super acogedor.
Platos muy bien elaborados y exquisitos. Volveremos!
Es un acierto para comer/ cenar con amigos o compañeros. La carta es original y variada. Se agradece que los platos tengan un toque diferente a la mayoría de restaurantes de la zona. El espacio es espectacularmente bonito y el servicio un absoluto 10. En cuanto al precio, nada caro considerando lo evaluado.
Restaurante casual y con encanto, con buena comida, diversos platos y vinos para elegir. Con dos ambientes separados, mesas tradicionales y mesas altas. Sin bien el restaurante es relativamente pequeño, está gestionado eficientemente, con un servicio a la altura de diferentes tipos de circunstancias. Siendo capaces de ofrecer mesas a los clientes, incluso durante los fines de semana, de una forma justa y dinamica. Muy Recomendable.
Un pequeño restaurante precioso un tanto parisino. Una decoración elegante pero cálida y acogedora.
Música ambiental de tono chillout lounge que acompaña la experiencia (no muchos lugares aciertan tanto con la música)
El servicio es sencillamente excepcional, el maitre y los camareros son amables, atentos y te hacen sentir absolutamente cómodo.
La comida es muy buena y ajustada de precio y ademas tiene una carta muy flexible. Es decir, según el día puedes elegir entre menú tradicional de tres platos hasta picoteo de raciones pasando por tomarte una riquísima hamburguesa con una cerveza sin filtrar tirada con mano maestra.
Mi pareja y yo lo conocemos desde hace pocos meses pero ya lo hemos convertido en nuestro restaurante de referencia.
Recomiendo especialmente la Burrata fresca sobre timbal de caponata, la ensalada toscana de rigatoni, el steak tartar y como ya he dicho, para una ocasión informal, la sorprendentemente jugosa hamburguesa.
Fuimos a cenar y nos encantó. Variedad de platos muy sabrosos. Nosotros pedimos Rollitos de pato fisgón (recomendado por el camarero), Pañuelos de marisco, Tortilla de trufa (brutal) y Canelones vegetales de Cabracho (espectacular). Os dejo algunas fotos. De postres probamos la Vaca lechera al toque de Mokka y el mouse de Chocolate al Toque de Sal, me gustó más el primero, quizás porque no soy una gran apasionada del chocolate.
El único punto negativo del local es que únicamente dispone de un baño mixto y puedes estar un buen rato esperando para entrar.
Trato excelente y lugar agradable. La verdad es que está todo bueno pero las raciones son pequeñas, rozando lo ridículo en algún caso, especialmente las de los entrantes y postres. Como ejemplo, la ración de tarta de la foto (7 euros), no mucho más ancha que una cucharilla de postre. Salí con hambre.
Muy agradable el local. Buen servicio, muy amable y educado. Hemos comido muy bien, alcachofas crujientes, buen pescado, buen vino, fresas con cointreau y café.
Fuimos a comer un viernes al mediodía, en terraza, y todo estaba muy bueno… quizás pedimos demasiado y nos podrían haber avisado.
La ensalada de pasta estaba buenísima y las berenjenas gratinadas.
El local tiene una zona a la entrada con mesas altas y al fondo un comedor. En la zona de la barra hay pintxos y la carta del comedor.
Los platos están pensados en su mayoría para 4 personas.
En general la comida es muy sabrosa, con una presentación y servicio fantásticos. La carta ofrece productos de alta cocina, con ingredientes de primera calidad. Nosotros pedimos para cenar entre 3 personas unos calabacines con queso mascarpone y gorgonzola (4 unidades); unas croquetas (4 unidades, con opción de 6) y unos canelones de verdura (puerro) de cabracho con bechamel. Muy sorprendente, aunque pedimos los canelones pensando en un plato ligero, no contábamos con la bechamel. El plato de los calabacines además del queso tiene un rebozado.
La decoración es muy bonita, al igual que la vajilla.
Merece la pena ir varias veces para probar toda su carta.
Muy buena calidad de los ingredientes y una cocina a la altura. A destacar también la profesionalidad del camarero que estaba detrás de la barra (yo cené en barra). Sin duda, volveré para probar nuevos platos.
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