Fuimos dos veces mi marido y yo. La primera pedimos un cachopo,(íbamos a pedir mas platos pero el camarero nos avisó que eran raciones grandes) y alucinamos con el tamaño y la calidad. Comimos de sobra los dos (y somos de buen comer) e incluso nos sobró.
El segundo día probamos el menú. Las raciones son más que generosas, y además muy bueno todo. La calidad-precio es increíble. Además el personal es muy amable.
Fuimos a comer el menú del dia, valia 14 euros. Pedimos fabada de primero y escalopines de segundo.
Es la mejor fabada asturiana que he comido en mi vida. Los escalopines tenian una salsa de cabrales que estaba muy buena, venian acompañados de patatas.
La comida en general era muy sabrosa y las cantidades muy generosas.
De postre, tarta de queso. Muy sabrosa tambien.
Además, el trato fue amable y acogedor. Se nota la vocación del personal.
Parada obligatoria si pasais por el parque natural de Somiedo.
La calidad de los productos que sirven es innegable; cada bocado fue un deleite para mis sentidos. Desde el primer momento, el aroma a cocina tradicional y la calidez del personal me hicieron sentir como en casa. Cada plato que probé era una explosión de sabores, resaltando la frescura y cuidado que ponen en cada preparación. ¡Sin duda alguna, este lugar se ha convertido en mi favorito para disfrutar de una comida exquisita y el trato amable y atento solo hizo que mi experiencia fuera aún más inolvidable! ¡Recomendado al 100% para todos los amantes de la buena comida!
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