He probado muchos lugares de comida, pero pocos como este. TRADICIONAL, SABROSO, AMABLE y FAMILIAR.
Por 17 euros comimos en el mejor lugar que encontré hasta ahora en Catalunya.
Es un servicio ameno, como si tu abuela más querida te preparara tu plato favorito apenas llegas a su casa.
Las personas que nos atendieron nos hicieron sentir muy a gusto, y trataron muy bien a nuestro acompañante perruno.
La comida llegó rápido. Sabrosa, caliente y como en casa. Destacar la carne de ternera que para quien gusta de comer buena carne, es un manjar.
Los postres todos muy caseros, acompañados por un excelente café.
Si alguien me pregunta dónde comer bien, este lugar se posiciona entre los 3 mejores de mi mente.
Lugar magnífico para comer en abundancia y casero. He ido un domingo de abril 22, y tienen un menú de 17€. Excelente atención y todavía mas, nos han invitado a ratafia.
Felicidades a todos los integrantes de este estupendo restaurante.
Parada segura cuando vuelva a Ripoll. 👏👏👏👏
Este restaurante es de los mejores que he ido la gente que pasa por este restaurante es amable y evidentemente también los propietarios el precio del menú es muy bueno comparado con los productos de proximidad si que es verdad que la higiene del establecimiento no es excelente pero es tan agradable esa estancia que le repetiría millones de veces.
La verdad es de los mejores restaurantes a demás tiene una originalidad única la presentación de los platos no es excelente pero la comida es increíble .
En Ripoll seguro uno de los mejores lugares de comida tradicional: el menu muy correcto con amplia eleccion de platos. El trinxat excelente, la carne del rustido de montaña en salsa de tomillo muy buena, así como el envuelto de ternera con setas y guisantes.
El trato muy cercano, sonriente, amable y familiar. Tambien tienen un menu para niños.
Que mas dá que el decorado se quede estancado en los '80, que los platos no salgan como obras de arte para la obsesion de los foodies? Es un restaurente que se resiste a las modas, al diseño, a las tendencias, donde no importa que te atiendan en castellano, en ingles o en polaco, lo que realmente cuenta es que cuando te sientas sabes que vas a comer bien y que cuando te levantes estés feliz!
Unica nota negativa para el estado dejado de los lavabos.
Muy bien hemos llegado q eran casi las 16h y nos han dado rápido de comer. Menú muy asequible
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