Antiguo bar tradicional típicamente Donostiarra desde los años 40'. Estilo mesón,con jamones colgando del techo ,decorado con madera y mesas corridas también de madera.Como casi no se ha renovado, tiene aspecto auténtico. Terraza en calle peatonal. Excelente y típica la Tortilla de Bacalao (tiene exquisita cebolla) y muy bueno el pintxo o Montado de Jamón También bueno el pintxo de Ensaladilla Rusa que lo sacan en un pequeño cuenco.Mucho ambiente.
Algo alejado del bullicio de la parte vieja, en una calle peatonal con vistas a la catedral está Casa Vallés. El espacio es amplio, con mesas altas y bajas, tiene lista de espera y terraza con sombrillas.
No lo recomendaría como única parada en una salida de pintxos pero tiene tres imperdibles 1) Gilda, 2) muy buen jamón y 3) espárragos blancos de Navarra.
La comida bien, nada del otro mundo. El precio bien también normal. El servicio un poco flojo. Fuimos porque aparece como recomendado en la página de Pipper on Tour pero pedimos un cuenco de agua para la perra y se les olvidó. El trato, dentro de que es correcto, es bastante flojo en comparación con otros sitios.
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