Fuimos y estaba vacío. Tuvimos mucha suerte. Comedor pequeño pero atención muy buena. Salió el cocinero a recomendarnos platos de la carta. Éramos tres, y compartimos 4 raciones.
Dim sum, fideos Udon, tortilla de verduras y Bao de pato.
De postre tarta de limón y Mochis de chocolate.
Salimos a 25 euros persona. Todo muy rico y diferente.
Buena elección , para repetir.
Los platos son llamativos, vistosos y cuando los pruebas.... Exquisitos. Mezcla de sabores, ceviche, frutas de la pasión, cocina Thai y japonesa. Una combinación perfecta para sorprenderte y probar mezclas diferentes. El local es chiquitín pero tiene una amplia terraza. Sin duda uno de mis restaurantes favoritos te Santander.
Fuimos expresamente a cenar Ramen y no nos defraudó para nada. Ya de paso como amantes de las ortiguillas que somos, las vimos en carta y las pedimos, deliciosas. Volveremos sin duda ya que la carta de shushi tiene pinta de ser muy apetecible. Mencionar también en postres la tarta de limón simplemente espectacular.
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