Lugar con encanto donde al principio la lentitud del servicio nos quitó un poco la ilusión pero al recibir la comida, la espera mereció la pena. Pedimos la hamburguesa Slaughterhouse y el Chevito de Porchetta y estaban exquisitos. La hamburguesa con cierto aire cítrico y el bocata muy sabroso (el pan buenísimo). Ambas cosas acompañadas de patatas al horno con especias (frías, eso sí). Calidad-precio muy muy bueno
Un lugar peculiar en Ruzafa, donde además de comer o tomar algo hay libros y se hacen exposiciones y talleres. Buen producto italiano, cerveza artesanal valenciana y bocadillos bastante buenos. Buen precio y buen ambiente.
Local muy bien ambientado estilo carnicería-librería! Atención muy muy buena! Hacen unas hamburguesas increíbles y ves como preparan ellos mismos la carne! Relación calidad precio buena, vale la pena
Alberto Escura Forcada
+4
Un local muy acogedor y con una decoración llena de diversos libros muy curiosos. Personal muy atento. Perfecto si quieres tomar algo con amigos y poder mantener una conversación sin demasiado ruido.
Camareros muy atentos y excelente servicio. La comida se basa en bocadillos y tapas italianas, y está deliciosa. La decoración es original, ya que el local fue una carnicería en tiempos y han conservado el mostrador de mármol. Un clásico de Ruzafa que recomiendo encarecidamente.
Un local muy recomendable. Muy buen servicio, tranquilo, idóneo para tomarse un respiro mientras se visita el barrio o comer algo sabroso.
Yogaconmigo Madrid Nico Bagnara
+5
Servicio impecable
Hamburguesas riquísimas
Opciones de pan y salsas sin gluten y queso sin lactosa ! 10
Estrellas ❤️❤️❤️❤️
Muy curioso el local, que aprovecha que antes era una antigua carniceria con sus utensilios y han añadido la estanterías y los libros. Estuvimos muy a gusto, y además tomé una cerveza artesana exquisita, que me sirvieron en dos copas, el final de la botella con sus levaduras aparte para dosificar el impacto de su sabor mas intenso y amargo.
Un sitio curioso en el que puedes leer un libro mientras esperas la cena. La comida estaba fenomenal, carta corta pero todo lo que probamos estaba bueno. Supongo que al hacer menos cosas diferentes las pocas que haces tienen que salir mejor a la fuerza. En nuestro caso pedimos una tabla de quesos variados y un chivito a compartir, y el bocadillo estaba especialmente rico. Se nota que es una antigua carnicería/matadero reformado, lo que le da un toque interesante al local. La única pega es el espacio reducido entre las mesas y que tanto éstas como las sillas estaban cojas debido al desnivel del suelo, pero merece la pena ir de vez en cuando.
La carta no es muy amplia pero la comida en general es buena y a buen precio. Desde entrantes tipo hummus, surtidos de quesos, fiambres italianos, pasando por ensaladas muy sanas, hasta bocadillos y hamburguesas elaboradas con ingredientes que recuerdan a distintas zonas del mundo. La atención muy buena, siempre se agradece que te sirvan la bebida con alguna tapa, aunque sean unas papas. A ver si aprenden otros sitios dedicados a la restauración. Uno de los camareros muy majo y eficiente en su trabajo. Pero en los picos de trabajo se echa en falta la presencia de alguna persona más, a ver si toman nota los responsables. Por las tardes, y más entre semana, el ambiente muy tranquilo, se puede disfrutar de una conversación mientras tomas algo. También realizan alguna presentación de algún libro y tocan grupos. Además se pueden comprar los libros que tienen en sus estanterías.
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