Juanjo Español De Pura Cepa
+5
Buenísimo trato y las tapas raciones bocadillos para llevar son cojonudas
Pero ahora d vacas ke descanseis pero el 30 abiertos ya ajjajajja��������
Un clásico del barrio de las Delicias. Un bar con mucha historia y magia, imprescindible en la zona.
Anchoas en salmuera fantástica, la mejor tapa de la ruta. Resto de tapas correctas, rebozado algo tosco.
Atención muy profesional y comercial.
Un clásico. Atención y comida de 10!
Pedimos una doble de patatas bravas, un bocadillo ‘matrimonio’ y dos salmueras. Para beber, 4 copas de cerveza. Salimos a 11 euros por persona.
Volveremos sin duda!
lugar al cuál hemos venido desde pequeños,acompañando a nuestros padres,y al cual seguimos viniendo,trato excelente,tapas riquísimas y q decir de sus anchoas en salmuera,espectaculares o sus papas Bravas,muy recomendable para cualquier hora y tomar algo,la aglomeración de los fines de semana vale la pena sufrirla,un 10 en todo, enhorabuena por todos los años q llevan y por los q quedan aún,de lo mejorcito del barrio.
Tapas excelentes, raciones y más, con opciones sin gluten (incluida freidora para celiacos) avalados por asociación celiaca aragonesa ñ
julio angosto martinez
+5
Un bar de las Delicias con más de 100 años, con unas salmueras estupendas, bravas, fritos (en mi última visita tenían piparras frescas), cerveza bien tirada y buen servicio. Un imprescindible de Zaragoza.
Es un buen lugar para hacer unas tapas, y también para hacer una comida a base de tapas. Buen espacio y buen servicio
Un clásico en Zaragoza, que nunca falla.
La raciones son generosas y a un precio muy asequible sin perder calidad
Hemos cenado 4 personas en la parte de abajo del local. Una ración de oreja para hacer boca y luego carne a la brasa: conejo, entrecot y solomillo de vaca. Impresionante todo en sabor y cantidad.
El entrecot mío con hueso, que parecía un chuletón por el tamaño.
El servicio muy muy bueno. Dos camareros para las 10 mesas que había montadas y la atención de 10.
El tiempo de espera mínimo. En 5 minutos de haber pedido ya teníamos la ración de oreja para ir haciendo boca, y a los 5 minutos de haber terminado ya teníamos los platos en la mesa. Y a todo el mundo le han servido con la misma celeridad.
Habíamos leído alguna reseña hecha no hace mucho sobre este comentario y no lo entendemos, porque no es para nada lo que hemos visto.
Sin duda volveremos
Que recuerdos cuando de pequeño té sentaban tus padres en los barriles de cerveza… el local sigue igual y el enfoque gastronómico también, muy orientado al vermuth “ágil”. Mesas altas o barra y poco asiento para que la gente no se acomode en exceso, así la gente va entrando y saliendo. Trato servicial y rápido, todo es de alta calidad, pero a destacar las salmueras y la mahonesa que añaden a las bravas y rabas. Acercaros y probar las números tapas y raciones que tienen, todas ellas merecen la pena
Recomendable 100%, bar de barrio con tapas y raciones espectaculares, las “madejas” tienes que pedirlas! Personal muy agradable
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