Reviews Veintiuno Coffee

Muchas tartas para elegir, hemos probado el banoffee y tarta de limón. Muy buenas, eso sí, muy dulces para acabarte la ración. 🤣 El té macha tirando a fuerte de sabor pero con extra de soja muy bien. El camarero muy atento y agradable. Sitio para gente que le guste mucho el dulce.

Es una cafetería agradable para pasar tiempo conversando mientras tomas algo delicioso. Se nota que las tartas tienen tiempo de dedicación, ya que tienen el punto perfecto al no ser muy empalagosas. El café no es caro y está rico, además tienen diferentes opciones como leche de avena o de soja.

He perdido la cuenta ya de las veces que he venido, ¡y seguro que voy más! Un lugar maravilloso en una ubicación ideal para quedar con amigos, con muy buen café y tartas riquísimas. Sus cafés de filtro (2.1€/taza) son una maravilla para tomar tal cual, no se hacen ni amargos ni flojos. Siempre que tienen (sólo un par de veces me he encontrado que se han quedado sin), me tomo una taza. Por supuesto, tienen otras muchas opciones de bebidas. En cuanto a las tartas (3.9€ la porción), destacaría la de ferrero rocher, pero otras de mis favoritas son la de lotus, de zanahoria y la muerte por chocolate. Aunque me quedan muchas por probar (poco a poco 😋), estoy segura de que todas están buenas puesto que parecen compartir bases similares. La ración es abundante, para quienes tengan menos saque que yo probablemente sean hasta grandes, aunque puede variar un poco según quién te la corte (dentro de lo razonable). Siempre están los vasitos de postre o las cookies, que también están muy buenas. La decoración me gustó desde el primer vistazo (el mural de la molécula de cafeína capturó mi corazón) y el trato ha sido siempre amable y eficiente. También tienen agua (y vasos) a disposición de cualquiera. Como únicas pegas, que el local es algo pequeño, haciendo en ocasiones imposible encontrar mesa, y puede volverse un poco caluroso.

Tartas y pasteles espectaculares acompañados de una gran variedad de bebidas y café de calidad. Pedimos un té matcha y un smoothie de fresa y plátano. Para endulzarnos pedimos un rollito de canela de lotus y un brownie con dulce de leche. Todo estaba riquísimo. La atención fue buenísima y aunque el local este lleno suele haber mucha rotación por lo que encontrar mesa no será complicado.

Mientras buscaba un sitio para tomar un café, al pasar al frente de este sitio, un tío con un delantal de piel y un sombrero negro hace un baile que invita a pasar y despierta nuestra curiosidad. Una música de fondo muy buena, un mostrador con tartas bastante apetecibles. Son super majos nos explican lo de las tartas y a sentarnos a tomar el café. El café muy bueno y la tarta de queso con chocolate excelente. Si fuese a pasar más tiempo por acá seguro que repetiría. Guardado para futuras visitas a Zaragoza. No dejo fotos porque estaba todo muy bueno y más pudieron las ganas...