El restaurante es acogedor y con un buen ambiente, es pequeño, así que las mesas suelen estar un poco pegadas entre sí, pero no es molestia. La comida estaba buena, a mi lo que me gustó mucho fueron las croquetas, por lo que las recomiendo.
Y como consejo, son estrictos con la reserva (si tardas un pelín no pasa nada, pero hay que tener cuidado), por lo que es mejor intentar estar a la hora.
Muy buen sitio para comer. Menú todos los días. Los platos son bastante grandes y todo buenísimo. Mención especial a las migas y los torreznos. Merece la pena ir. El servicio rápido y muy simpáticos
Bar de menú por 14,5 euros y raciones, pero también bar de copas. El cocido está muy bueno pero fuera de ahí el menú lo veo algo escaso y soy una persona que come poco. Los postres muy buenos y caseros. Camareros con mucha solera. Terraza o mesas en el interior con una decoración excelente de la España hace unas décadas.
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