Fuimos a cenar 3 personas y teníamos reserva a las 22:00 horas, llegamos a las 22:15 en punto, a los cuales intente contactar varias veces al teléfono que aparece, para explicar que ibamos a demorarnos 15 minutos por problemas personales, los cuales no me cogieron el teléfono y encima me dijeron que esperan durante 15 minutos y sino dan la mesa a otra gente, sin intentar contactar contigo, cosa que me parece mal pues para poder reservar hace falta dejar tu número de móvil. Llegamos a las 22:15 en punto entrando por la puerta y nos dijeron que nos habíamos quedado sin mesa…cosa que eran 15 minutos de espera supuestamente. Nos dieron finalmente una mesa en la planta baja que entre la comida y la mesa que nos dieron salva la reseña que le pongo al sitio. Pedimos de entrante unas tiras de pollo crujiente buenísimas, que vienen acompañadas de 3 salsas que están muy buenas. Seguidamente pedimos tres tipos de hamburguesas diferentes y la verdad que estaban espectaculares, y la tarta de queso que no se si era curado o manchego, no me acuerdo del nombre, pero estaba espectacular. Finalmente la cuenta con tres bebidas fue de 75€, la verdad que estuvo muy bien para la cantidad de comida que tomamos. El servicio al principio tuvimos muy mala acogida pero finalmente nos atendieron muy bien y solventaron el primer problema que hubo al entrar.

Habíamos leído mucho sobre este sitio y decidimos ir, y la verdad que las hamburguesas son una auténtica pasada. En la web ponía que no había mesa, pero llamando al local nos lo solucionaron. Para nuestro gusto tardaron mucho en traernos las hamburguesas, pero con lo buenas que estaban , se nos pasó. Pedimos ambos la Picanto y nos encantó ese punto dulce picante, aparte de que el pan estaba espectacular y la carne tenía un sabor excepcional. De postre pedimos para compartir la tarta de pistacho, buenísima! Volveremos.