La ubicación es excepcional en la plaza de España, en pleno corazón del casco antiguo de Alcañiz, enfrente de la Iglesia de Santa María la Mayor. A pocos pasos de la oficina de información y turismo, desde donde se accede a la antigua nevera y a los pasadizos medievales y secretos de la ciudad, a pocos minutos andando del Palacio Ardid. Rodeado de los restaurantes y bares más tradicionales de la ciudad entre los que se encuentra la cafetería del hotel que es donde se desayuna, el hotel Guadalope tiene las habitaciones muy vintage, seguramente del tiempo en que Vicentina lo decoró. Esta señora es muy amable y le gusta atender a sus clientes personalmente cuando sus hijos no se encuentran en el local. Ella fue la que me recibió con una gran sonrisa y aceptó cambiar las condiciones de la reserva cuando llegué al hotel, debido a un imprevisto. Las camas son cómodas, aunque para mi le sobran las ruedas que hace que se desplacen si te apoyas en la pared para ver la televisión. El baño un poco justo, pero al igual que el resto del hotel está impecable. El personal es muy amable aunque necesita un poco más de entrenamiento para llevar a cabo las tareas de cafetería y registro en el hotel. Mi habitación daba directamente a la Plaza de Espana y a la iglesia de Santa Maria, por dónde pasa puntualmente cada día, a las 7 de la mañana el coche de la limpieza de calles que hace bastante ruido. La relación calidad-precio muy buena.

Buena relación calidad precio, ubicado en lugar céntrico con un buen desayuno para un hotel dos estrellas. Habitación perfecta para una noche de paso.