Es un restaurante con cocina creativa a un precio razonable con raciones generosas. Suelo ir a comer cuando estoy por la zona por motivos de trabajo. La distribucion del espacio es peculiar porque además de las mesas tradicionales se puede comer alrededor de la barra ya que en el centro están los cocineros preparando todos los platos lo que resulta curioso. El menú ofrece platos que se salen de lo habitual con una elaboración cuidada. El trato es amable aunque en momentos puntuales del servicio de comidas se pueden ralentizar así que mejor no ir con demasiada prisa. Lugar recomendable 100%.
Comida muy buena. Amplia carta de vinos. Servicio bueno pero algo lento cuando se llena. El menú a medio día está bastante bien. 7 u 8 primero y los 6 o 7 segundos a elegir. Con sugerencias del día. 4 postres. Además puedes elegir algunos platos de la carta. El taco de pibil estaba muy bueno
Carta perfecta ya que no hay muchos platos, ideal para tomar una decisión.
Calidad buena.
Presentación buena.
El sitio es muy bonito.
Cocinan delante de ti, ves mucha sincro entre cocineras, aunque algunas muy muy serias.
Nuestra elección perfecta pero con 3 platos a compartir mas que suficientes, las torrijas de postre de 10.
Personal bien aunque las bebidas tardaron mucho por que se olvidaron.
Después de visitar La Salita, esto es otro concepto y gusta, felicito a Begoña.
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