Buena ubicación, al final de la zona del puerto, detrás de las instalaciones de la océan Race. Llegamos temprano y apenas había nadie. Para acceder hay que subir media docena de escalones por lo que supongo que no será fácil mi comido para personas con algún problema de movilidad. Pedimos de entrante unas zamburiñas y unas verduras a la parrilla, muy ricas. De plato principal una paella a la alicantina, muy rica. Eramos 3 y pedimos arroz para 3, pero sobro. Recomiendo pedir menos raciones de arroz que comensales, y en todo caso completarlo con algún otro plato.
Regado todo con un Rioja Marysol bien fresquito. Como estabamos un poco saturados de dulce en estos días, de postre nos pedimos piña que estaba bien rica. Personal amable, atento y recomendando platos ante nuestras dudas. Buena relación validad/precio.
Las vistas muy bonitas al puerto, atención estupenda, recomiendo para comer: las gambas rojas una pasada, las vieiras bien sabrosas, el emperador estaba espectacular y los calamares me encantaron. Sorbete de limón de postre muy rico. Allí el resto de mesas estaban comiendo bandeja de variados pescados y mariscos y arroces todo parecía muy bueno!!!
La comida rica, comimos boquerones fritos, chipirones y patatas bravas, por certo, las mas raras de mi vida ya que estaban hechas con patatas cortadas super finas simulando las papas de bolsa pero casera, con salsa de tomate picante... estaban muy buenas... todo eso, pan con alioli y un agua grade nos costó 41,90€... buena relacion calidad precio...
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