Llegamos a Ansó realizando un viaje en bicicleta y fue fantástico encontrar esta panadería con productos caseros para tomar un buen tentempié. Compramos un dobladillo de chocolate y la verdad que estaba muy bueno.
El pan aunque no compramos, tenía una pinta estupenda de pan de pueblo!
Pan artesano de horno de leña de la mejor calidad. Recomiendo las hogazas de medio o un kilo con fermentación lenta, riquísimas. También hacen dulces riquísimos como magdalenas, mantecados, encanelados y pastillas de manzana o calabaza. También venden fruta, quesos, embutidos y vinos de la región. Todo muy bien presentado y muy buena atención.
Panadería/ tienda encantadora, las mujeres que atienden son increíblemente amables. Nosotros nos llevamos una empanada grande de atún y un encanelado de nuez, las dos cosas de 10.
Vamos a estar por el pueblo un día más con la furgo y volveremos a comprar más cosas para nosotros y la familia! (Es carete el sitio, pero está rico)
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