Lugar escondido y de los pocos que están abierto los lunes. La comida estaba buenísima, buena cantidad y buen trato, mesas algo pequeñas y juntas, pero lo importante que es la comida, supera con creces las expectativas. Comimos judías con callos, chorizo y morcilla, ensalada con queso de cabra, lubina, secreto y de postres tarta de queso y flan. Los cafés no entran, pero ya es habitual en todos los sitios. Si vas a pasear por el Jardín del Principe es recomendable reservar antes de empezar el paseo.
Menú de 13'85€. Comida rica, de calidad y bien cocinada. Cantidades normales. Me fui sin hambre. Los pimientos de piquillo me gustaron especialmente y el pollo guisado al vino tinto también. Los postres caseros estaban muy ricos también. Un camarero era muy profesional y otro se notaba que no tanto. Nos trajeron los segundos mientras estábamos con los primeros y eso me parece un pecado capital. Después volvieron a traerlos y estaban fríos. Menos mal que estamos en verano. El local es muy bonito y tiene un comedor exterior cubierto muy agradable.
Comimos muy bien. Tenían menú por 24€ muy recomendable el timbal de patatas con salmón estaba riquísimo, pedí Entrecot de segundo y también acerté, todo muy bien cocinado y presentado, el servicio fue amable y rápido. Lo único había echo la reserva por internec y me pareció que no la tenían, pero no hubo problema nos dieron mesa.
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