Muy buena comida. Muy casera. Y las camareras son super amables y simpaticas un 10.
Lugar en un paraje extraordinario. Comimos Calçots, buenísimos. En general, la carne y todo el menú, muy bueno. La atención genial, y muy atentos. Buen servicio. Lo único negativo, una camarera no estuvo a la altura. Le pedimos un sobre con el babero de los Calçots para una persona del grupo, que no pidió, pero quería probarlos. Le dijo que no había babero, sino pedía el plato de Calçots. El resto, genial. Lo Recomiendo.
Restaurante de toda la vida donde preparan comida casera y platos muy ricos.
El restaurante se encuentra en plena naturaleza sin tener que recorrer una gran distancia adentrándote en la montaña. El camino está bien indicado.
Si vas con perro, permiten su entrada y les ponen su cuenquito con agua.
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