Estábamos de turisteo por la isla y decidimos parar en este pueblo para visitarlo. Como era la hora de comer buscamos un restaurante que nos encajara a todos. Encontramos este establecimiento y llamamos para reservar ya que éramos un grupo de 8 adultos. Nos dijeron que no reservaban pero que no creían que tuviéramos problema si llegábamos en breve, y asi fue. El local esta dividido en 2, una parte con una amplia barra donde había gente comiendo bocadillos y tomando algo. Y una segunda parte que era el comedor de las comidas, no con mucha capacidad. El personal es atento y pone de su parte, ya que hicimos bastantes preguntas sobre la carta y comidas locales. Había menú pero preferimos probar unas tapas típicas de primero y un plato principal cada uno. Menuda comilona! Como no podía ser de otra manera, pedimos unas papas arrugas con mojo picón rojo que estaban buenas. Queso frito y croquetas variadas (pollo y bacalao), tambien buenas. Y gofio escaldado que nos encantó. Muy rico, original y bien presentado. Después los platos principales que eran muy completos, con patatas o ensalada. Pescados varios, chipirones, secreto, entrecot, pechuga empanada y pata asada con pimienta que tal vez fue lo mas flojito. Un sitio muy recomendable para comer bien y a buen precio relacion cantidad-calidad.

Un lugar encantador, pequeñito , pero la comida muy buena!! Buenas raciones, en comparación con lo que te ponen en otros lugares. Me encantó y la atención muy amable y rápida y atentos; calidad-precio bien. Recomendable. Repetiremos.