Todo un clásico en pastelerías de Barcelona. Sus sabores permanecen intactos con el paso de los años. Sus productos auténticos y de calidad no defraudan. En mi caso me desplazo todos los años para adquirir el típico roscón de Reyes. No hay nada igual en toda Barcelona. Muy recomendable.
Pequeña pasteleria artesanal, de toda la vida. Con productos propios, lejos de las tipicas franquicias.
Tienen un buen surtido.
Probamos los panellets, muy recomendables: aparte de buenos, hay varios de formas originales, imitando a frutas. Ideales para regalar.
También tienen piezas de reposteria que nos parecieron ideales para llevar a casa de amigos cuando vas de invitado.
Mi familia compraba aquí antes de que yo naciera, algo más de 40 años , sigo con esa tradición ahora con mis hijos, aunque ya vivo fuera de Barcelona, no he conocido nada igual en todos estos años, y no sólo porque lo hacen igual que siempre sino también por la calidad de sus productos todo es súper blanditoooooooo 💓💓 espero que por muchos años más.
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