Es un restaurante pequeñito con una terraza pequeñita con un estilo rústico. Las burgers son un festín en la boca muy fácil de comer la carne bien jugosa y sabrosa en general todos los ingredientes están perfectamente porque los notas todos y ninguno se hace pesado al revés muy agradable todo junto. Los camareros/as han sido agradables con nosotros .
Muy buena opción para cenar una hamburguesa muy lograda.
Local pequeño con pocas mesas, con algunas de ellas fuera en la terraza y otras dentro (estas siendo altas y con sillas-taburetes).
La carta bastante sin complicaciones y pocos platos, pero conteniendo lo justo.
Empezamos con las patatas festin, y la verdad que fue una gran idea, rozando el 10 a nivel sabor y textura ideal.
Éramos 3 y los 3 probamos la Doncella 2.0 (no pudimos evitarlo al saber lo del premio), y si bien nos gustó, te deja un regusto que no termina de convencer. Ahora bien, tanto carne como pan perfecto.
De postre únicamente encuentras una opción (chocotorta) que, si bien en cuanto a tamaño y capacidad de llenarte es bastante intenso, nos quedamos con ganas de alguna otra opción.
Grata, grata, sorpresa!
Hamburguesas de calidad con toque personal muy distintivo. No sólo hacen el pan, sino que también elaboran su ketchup, mostaza, mahonesa, peninillos encurtidos y demás ingredientes de las hamburguesas. Hay notas de sabor muy auténticas, toques personales que enganchan.
El formato Smash tan suave es genial, al morder la carne se funde perfectamente con el resto de ingredientes. Muy buena calidad y preparación. Es muy parecido a la sensación de comer sushi con arroz suelto que no apelmaza en la boca y al masticar se integra con el resto del bocado.
De verdad que volveremos. Ah! Las bravas muy top, salsa con toque de naranja riquísima.
Para mi es todo un "sí", has de ir.
PD: Las fotos no salieron muy bien😵💫
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