Lugar increíble, comida mejor y el trato por parte del personal cercano y profesional, las tapas estaban buenísimas, la paella de lujo y para terminar un postre sencillo pero que deja con ganas de volver. Y para amenizar tomamos un vino y unos cocktails. Que pena no vivir en Barcelona para repetir más a menudo, a mis amigos les recomendare cuando vengan de visita a esta bonita ciudad.
Un lugar súper confortable, agradable, una atención de 10, la comida exquisita y el lugar es súper privado y acogedor además del personal, atento todo el tiempo y con detalles inigualables, 100/10 y el 1000 a el camarero que nos Atendió, Miguel muchas gracias por tan gratos momentos sin duda mi lugar favorito de Barcelona.
Los últimos tragos de ha sido de cortesía, mil gracias.
Precioso local, bien atendido, políglota, tapas tradicionales, cervezas bien pisadas.... Pero no entiendo por qué las trufas son tan diminutas, rozan lo ridículo.
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