Hoy improvisamos una comida tranquila en la terraza del restaurante Armiñe donde hemos podido disfrutar de la tranquilidad que se respiraba en esta tarde de domingo degustando unos platos sencillos y con un muy buen hacer. De primero un carpacio de calabacin con unas salsas que no sabría definir pero que le daban un sabor delicioso,unas croquetas de queso y jamón deliciosas, de segundo una carriles en un salsa riquísima para mi y una dorada para mi acompañante y de postre una copa de yogurth griego con miel y frutos secos, que se desacia en la boca. La comida ha estado genial, en la medida necesaria para no quedarse con hambre ni empachados. Y el estar tranquilos en su terraza realizando una sobremesa acompañados de nuestras respectivas bebidas han hecho de hoy una velada inolvidable. Mi más sincero agradecimiento al equipo que compone este restaurante por su buen hacer y amabilidad con la que nos han recibido. De cara al precio 35€ menú del día de fin de semana.Habra quién piense que es caro, pero en ocasiones la calidad y la situación no tienen que reñir con el precio. Personalmente me parece un precio acertado.

Nuevos dueños, excelente todo. Atención 10, instalaciones 10, comida 11, hemos desayunado pinchos, eran tan buenos que lo comimos en el desayuno. Hoy cenando rabas, croquetas y demas. Todos especatcular