Fui a cenar a este restaurante, llegué sobre las 21:15 horas. Tenian sitio para cenar sin tener reserva. Al cabo de media hora el restaurante estaba lleno, mejor reservar para no quedarse sin sitio. La comida está buena y las raciones sin ser generosas estan bien, por poner un pero los calamares y puntilla tenían un pelin mas de sal. El servicio de 10, tanto camareros como jefe de sala, muy amables, simpaticos y te ayudan en todo momento si tienes alguna duda con la carta. El ambiente tranquilo para ser una zona de veraneo.
Todo buenísimo, camareros súper agradables que además saben recomendar los mejores platos. En nuestro caso repetimos la sepia con parmentier de alioli, pero cualquier plato está increíble y los postres también.
Comimos muy bien! Los entrantes estaban muy buenos y la fideua negra con marisco exquisita. El postre con galleta una delicia!! Nos trataron con mucha amabilidad. Volveremos. Recomendamos 100%
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