El personal es encantador, servicial y muy atento. Se come muy bien. Se bebe muy bien. Es un lugar privilegiado, enfrente del puerto. La comida trae raciones abundantes, de hecho el camarero nos pidió que retiráramos algún plato de la lista (honestidad) ya que nos íbamos a empachar con todo lo que estábamos pidiendo. Para repetir.
Queríamos cenar pintxos. Entramos y dentro se estaba bien, no había mucho barullo o ruido. La atención fue muy buena: fueron amables y servían rápido. El precio estaba muy bien 2,5€ cada pintxo excepto alguno que costaba 3€, buena variedad (croquetas, tortilla, merluza, pollo, bonito, etc).
Un sitio que está muy bien si quieres cenar pintxos.
Menú de fin de semana po 25 € con la bebida incluida. Primeros platos espárragos, jamón, ensalada de ventresca y segundo a elegir: bacalau o solomillo. Todo ello en una terraza del parque de Bermeo. Muy bien.
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