Es un restaurante que está en una zona industrial que se lleva toda la clientela ya que el resto de restaurantes están fuera de la zona. Tiene una terraza muy grande y un interior aún mayor. La carta no es muy amplia pero la burger diabla está muy buena. Al entrar te dan una tapa que son un par de rodajas de pan con fiambre.
Desayuné allí y quedé sorprendida con la amabilidad y rapidez del personal. El ambiente es de gente en sus descansos del trabajo. El precio me pareció apropiado a lo que consumí. Si vuelvo a la zona repetiré. Hay un parking muy grande al lado.
Esta gente sabe hacer muy bien las cosas, el restaurante se dispone en un amplio local con terraza al aire libre y también acristalada.
El personal es muy rápido, atento y amable y la cocina exquisita.
La cantidad es abundante, no vas a pasar hambre ni por casualidad, bien elaborado teniendo unos muy buenos precios.
El menú diario son 10'20 euros incluyendo postre y bebida, por aquí dejo unas imágenes del menú.
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