Buen sitio para comer. Disponen de menú entre semana a 12€ y si quieres postre 13€. Aunque cuando llegamos del menú solo nos ofrecían dos primeros y un único segundo, el menú es bastante completo y cantidades generosas. Destacar que la guarnición, patatas fritas son caseras. La carta es variada y precio razonable. Los platos son abundantes. Disponen de zona de bar, salón y terraza.
Lo descubrimos una tarde, tomando una caña. Buen servicio y tapita de detalle incluida, cerca del paseo con vistas a la ría del Burgo.
Otro día fuimos a cenar y todos los platos estaban en su punto: zamburiñas, pimientos, pollo... La atención también es muy buena.
Por ponerle un pero: se escucha mucho jaleo en el interior, supongo que por la ausencia de elementos que absorban un poco el sonido. Si esto último no es un problema, seguro que no te arrepientes de hacerles una visita.
Hemos vuelto y tengo que destacar el secreto ibérico y una tarta de queso con membrillo deliciosa, muy equilibrada y nada empalagosa.
Como diariamente allí durante los veranos.
Muy buena calidad, buen producto y trato excelente. Las instalaciones muy buenas, un lugar tranquilo. Recomendable 100%
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