Restaurante en un complejo muy chulo.
Fuimos a cenar y pedimos por recomendación gambones fritos, pulpo a la brasa y costilla.
A nuestro parecer la relación calidad precio de los platos no es su fuerte. Los gambones eran normalitos y caros a mi modo de ver: 18,50€ 8 piezas, la pata de pulpo a la brasa nada del otro mundo: 25€ y la costilla muy bien cocinada: 18€.
El personal muy majo y servicial. El punto fuerte de este restaurante sin duda es su enclave.
Muy buena atención y servicio.
Comida muy rica.
Arroz con bogavante muy rico y buen servido.
Sepia, ensaladilla y tartar de salmón, exquisito.
Lo que menos nos gustó y a mejorar la tarta de queso.
Cenamos temprano en la terraza. Cocina moderna con buen género, camareros encantadores y unas vistas relajantes a la sierra y a la piscina y jardines del hotel, tanto de día como de noche. Además, hicimos la actividad de Noche Estelar, 100% recomendada.
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