Local clasicote, el tiempo ha pasado por él y se ve, no se ha actualizado en exceso pero funciona, simplemente se ve un poco antiguo, como de toda la vida. Precios "de pueblo" y ambiente local, pocas chorradas.
En el piso superior se encuentran los comedores, muy monos, salones de casa antigua, pero también se puede comer tanto en el bar como en la terraza.
El menú del día es super casero, fabuloso y sus raciones son bien generosas. Mi imprescindible es el pote que lo hacen que te mueres.
Otro clásico aquí son las rabas, para picar en el aperitivo, muy buenas,
Si no te quieres liar sus sándwiches y sus hamburguesas están genial para una comida o cena rápida.
Los domingos en la hora del vermú hay tapa de hígado, que le encanta a todo el mundo que le gusta el hígado.
Casero y tradicional! La fabada buenisima, de mojar el pan, y las carrileras tiernas, jugosas... Un 10! De picoteo no habia mucho donde escoger, las rabas muy bien y croquetas muy ricas... El servicio amable y correcto, comedor pequeño y acogedor, la antigüedad le da su encanto.
Íbamos de camino a San Vicente de la Barquera y decidimos parar en este lugar porque unas buenas amistades nos lo recomendaron. Nosotros sólo picamos unas rabas, que estaban buenísimas. Tienen menú a muy buen precio y que seguro no logras comerlo entero. El ambiente era agradable y nos atendieron muy bien. Vale la pena.
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