Muy recomendable, de primeras con la bebida te ponen un pincho. Sus tapas y raciones son originales, muy limpio y un servicio muy bueno.
Pequeño bar con una gran comida. Fuimos a dar una vuelta a Cuellar, un festivo y sin reserva y en lugar de ir a los sitios típicos, nos encontramos este bar lleno de gente disfrutando. Con cada consumición, tapa a elegir, variadas y ricas. La atención fue estupenda y vimos su carta y decidimos quedarnos. Y qué buena decisión!! La carta es pequeña, pero cada plato se ve que està hecho con mimo y ademas espectacular!! Pedimos los huevos rotos con picadillo y pimientos, el picadillo muy rico, justo de pimentón y te dejaba disfrutar de la patata y pimientos. Crujiente de gambón, con una masa perfecta, nada aceitosa y con el gambón tierno. Y las carrileras al pedro ximenez y foie mi-cuit, MARAVILLOSAS!!! Tuvimos que pedir más pan para "rebañar" la salsa. Las carrilleras tiernísimas y foie de verdad, no el paté que parece foie. Increible! Y los camareros, muy atentos y nos asesoraron a la perfección para no pasarnos con la comida y eso se agradece. Así que si vais a Cuéllar, es muy muy buena opción!!!
Parada mágica , regalo De Dios. De camino a Valladolid sentimos hambre, decidimos parar en Cuéllar para encontrar una gasolinera y, misteriosamente, callejeando, llegamos a esta tasca. Inmediatamente nos llamó la atención la barra con pinchos al estilo Vasco. Consumición de bebida incluye un pincho. Mágico el sabor. La Coca Cola la preparan con una rodaja de naranja, en copa y unos bloques de hielo de cantidad y tamaño exactos. La tortilla es de estilo castellano (no gallego-Betanzos) pero hasta insultante de buena . Volveremos a hacer este viaje muchas veces y en momentos de hambre para tener la excusa de parar aquí
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