Buen lugar para comer. Nos paramos por casualidad, los dos platos que pedimos estaban buenísimos y la atención fue buena. Lo único malo es que muchas veces está cerrado y no sabes cuando te lo encontrarás abierto.
Taberna muy acogedora y en un lugar turístico por excelencia del Casco Histórico. A un paso de la Corredera y de la Mezquita, y a dos de la Ribera y el Guadalquivir. Platos típicos y gran variedad de comidas, bebidas y tapas. Ideal para reuniones familiares y de empresa. Buen servicio regentado por Pilar y Pedro Luis, los dueños, que siempre están pendientes de que no te falte nada. Recomendable.
Experiencia inmejorable, un bar típico cordobés y en estas fechas tienen su propia cruz de mayo, hecha por el dueño, la amabilidad del personal te hace sentir como en casa, recomiendo probar el salmorejo y sus postres, súper recomendado
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