Nos encantó el sitio, unas bonitas vistas y sitio tranquilo. Además de un precio razonable. Los mejillones y calamares súper buenos. Casi 60 euros los dos. Se aparca bastante bien y luego también puedes pasear un poco. Eso sí hay que esperar para que te sirvan por la afluencia de gente que va.

Encontramos este bar buscando un sitio por internet y a pesar de las reseñas que leimos decidimos provar y no guiarnos por las reseñas que eran bastante malas sobretodo refiriendose al trato del personal. Así que fuimos a comer pero nos dijeron que solo podiamos pedir tapas a medio día. Pedimos bravas, patatas con dos salsas (las salsas eran salsa brava y salsa de queso azul) una de pescaito frito y una de calamares a la romana. La tapa de bravas eran patatas congeladas y la ración era la mas pequeña, pero vale mas la pena pedir las patatas con dos salsas por ración y sabor . El pescadito frito eran boquerones, estavan muy buenos, pero lo mejor los calamares, sin duda los mejores que hemos comido. Calamares de verdad y rebozado casero crujiente y nada aceitoso, el calamar cocinado en su punto. Para beber pedimos 2 cocacolas, una fanta y un agua. Salió por unos 48€. Calidad precio me parece bien. Nos quedamos con las ganas de provar los mejillones. En cuanto al trato del personal , se limitava a tomar nota de la comanda, en una ocasión pedimos que nos sugería provar y nos dijo las bravas que ya haviamos pedido y las patatas con dos salsas que no aparecian en la carta. No fue un trato desagradable ni grosero como ponia en otras reseñas, pero si creemos que faltava un poquito de chispa y dinamica al momento de atender. En resumen lo recomendamos y esperamos volver.