Restaurante tradicional, acogedor, aunque muy ruidoso cuando está lleno como el sábado que estuvimos.
Menú fin de semana, sales por 40€/persona, bien comido.
Comida rica, tradicional, sin tonterías. No te sorprenden, ni para bien ni para mal. Me recordó a muchos de los restaurantes - asadores - caseríos que tenemos en Guipuzcoa. Restaurantes que funcionan igual que hace 30 años, donde sabes que siempre vas a salir bien.
Qué comimos:
Aperitivo cortesía de la casa. Una crema muy rica.
Salmorejo y hongos con yemas de primeros.
Solomillo (ración enorme) y lubina ambos a la brasa.
Postres: Lo que más me gustó.
Excelente menú, con manteles y servilletas de tela a un precio muy bueno.
Calidad de los productos excepcional, trato cercano y amable. Muy recomendable si andáis por la zona.
Paramos solo a tomar algo, mientras dábamos un paseo por Eulate. Pedimos batido, baileys y patatas fritas todo a un precio muy bueno, pero lo mejor la atención de la mujer que nos atendió y sobre todo las vistas. Un sitio que merece la pena parar, respirar y disfrutar de un momento de paz. Tiene dos terrazas y un comedor interior.
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