He ido bastantes veces y siempre cumple con las expectativas. Una carta correcta, una bodega completa. El trato y atención del personal muy profesional y la cocina con una mano casera espectacular. La relación calidad precio es adecuada. Tiene muy buen producto y tratado con el mayor respeto y cariño. Estuvimos a finales de octubre: Cenamos marisco, muy fresco y bien cocinado. Para el vino nos dejamos aconsejar por el dueño y nos decantamos por un blanco, un godello de la tierra espectacular. Los postres son caseros, muy ricos y los regamos con un moscatel buenísimo, recomendación del personal. El lugar es acogedor y se esfuerzan en agradar y complacer en todos los aspectos. Un lugar de referencia, sin duda.
Local inaugurado en agosto de 2014, ofrece una cocina tradicional en un establecimiento con una decoración diferente y acogedora en un entorno con unas vistas estupendas, el cual dispone de una amplia oferta de vinos. Tiene dos ambientes perfectamente diferenciados, la zona de la barra con capacidad para 16 personas distribuidas en cuatro mesas barra, y el comedor con capacidad para 28 personas, el cual dispone de una zona reservada con cabida para ocho personas, tiene también una terraza con siete mesas que da capacidad para otras 28. Los fines de semana podemos encontrar nuevas referencias de platos fuera de carta que complementan la oferta gastronómica.
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