Nos acercamos porque está pegado al hotel donde nos quedábamos. Tienen bastantes opciones sin gluten, y los camareros son muy amables y asesoran con los platos y recomendaciones. Nos gustó mucho todo lo que pedimos. Eso sí, el precio es bastante elevado para lo que acostumbramos. Se nota la diferencia con el Norte, y que en Madrid se paga todo bastante más caro. Aún así, merece la pena para una ocasión especial o darse un homenaje.
Ha sido mi primera experiencia y debo decir que repetiré, comida riquísima y trato exquisito por parte del personal.
Recomendable 💯
Su larga trayectoria, demuestra el trabajo bien hecho, el cuidado en ofrecer un producto de calidad y un servicio al cliente esmerado. Gran variedad en su carta y una bodega bien cuidada con muy buenas referencias. A destacar el parking propio, para reuniones de negocios o familiares.
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