Restaurante acogedor con terraza y bonitas vistas. Comimos allí, con reserva, siempre antes de las 14:30. De primero ensalada de la huerta, que estuvo riquísima y bien presentada, pedimos también confit de pato muy rico, aunque en otras ocasiones lo he comido más jugoso que este, de sabor si estaba muy bueno; pedimos otro segundo que fue carre de cordero, cierto es que estaba bueno, aunque no era lechal, si tenía buen cocinado y presentación. Tiene carta de postres caseros, pedí granacha de chocolate con helado de praliné, muy rico. Tuvieron el detalle de invitarnos a licor casero. Muy buena presentación y atención
Hacia tiempo que no conseguía coger mesa, buena comida y relación calidad/precio. Cocina mediterránea, donde a pesar de su pequeña carta hay variedad para todos los gustos. Hay que reconocer el buen hacer en la cocina que se sustenta principalmente en los productos de la comarca. Las carnes en su perfecto punto de cocción acompañadas de guarniciones que se agradece no caigan en la monotonía de las patatas fritas, principalmente acompañan con verduras elaboradas con muy buena mano. También cabe destacar el buen servicio de la sala. Buena variedad de vinos pudiendo elegir varios por copas. Por sacar algo malo diría que es difícil coger mesa ya que solo dan servicio a 3 ó 4 mesas, por lo que sin reserva previa es imposible, pero también hay que reconocer que un número tan reducido de mesas hace que el servicio sea atento y rápido.
Espectacular! Nos ha encantado, estábamos un poco de paso y ha resultado lo mejor del camino, sus entrantes, maravillosos, la carrillera, maravilla! Y sus postres... Un escándalo! Volveremos sin dudarlo
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