Está situado en la parte de atrás del hotel, la terraza es muy bonita pero el Restaurant es pequeño. La atención es una maravilla, la carta tiene buena oferta de comida. Hemos pedido la Burrata que estaba muy rica, al igual que el arroz mar y monte (muy rico),de postre la milhojas de pistacho.
En pleno centro de Granada. Platos muy elaborados y de calidad. Ensaladilla de esturión, habas con huevos y presa fué nuestra elección. Terminamos con dos postres, tarta de queso y hojaldre con helado de pistacho, muy recomendable.
La bodega muy variada y buena.
El servicio impecable de principio a fin. Terminamos la velada en la terraza exterior, con un café, muy agradable.
Salimos a unos 60 euros por cabeza, contando con el servicio de pan y aceite con el que empiezan el servicio.
Bonita experiencia que volveremos a repetir.
Fuimos a celebran un día muy especial, decidimos escoger el menú de degustación y todo muy bueno, el servicio también muy amable
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