Vistas muy buenas frente a la ría. Comida buena, no exquisita para el precio que tienen.
Hemos celebrado la comunión de mi hijo en este restaurante. El gestor del mismo, Ángel Luis, nos ha dado todas las facilidades posibles para que tuviéramos el mejor día de comunión posible y además ha estado pendiente de aspectos que a nosotros se nos podían pasar y gracias a él todo fue perfecto. La comida estuvo muy bien y hubo mucha abundancia. La calidad del producto era muy buena y los vinos muy ricos. El servicio fue muy amable, especialmente Carlos que nos ayudó con lo que se le requirió. Hubo algunos platos que quizás llegaron un poco más tarde, pero son cosas normales en comidas de tanta gente. De todas formas se calentó el que quiso. El sitio es muy atractivo y tiene unas vistas preciosas a la ría y el puerto deportivo. Lo único, en contra, es que si hace viento excesivo puede ser desagradable en la zona de la terraza, pero depende del día que haga.
La comida deliciosa, mi familia pidió arroz negro, solomillo de cerdo, un revuelto serrano y un arroz con leche.
Delicioso todo con unas vistas preciosas. Lo recomiendo!!
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