Si el pueblo, La Carlota, es agradable, el bar El Molino es el acompañamiento adecuado.
Recomiendo la tapa de lomo en manteca, exquisita.
Los boquerones en vinagre, el salmorejo cordobés y el rabo de torofueron las exquisiteces a no olvidar.
Conocemos el establecimiento desde sus comienzos, pero hacía mucho que no íbamos. Y podemos y debemos decir, que sigue todo tan genial como cuando les conocimos hace bastantes años. Manteniendo el plato que nos conquistó y que hoy, siendo más en familia, hemos podido degustar junto con otros igualmente excepcionales.
Gracias familia, por hacer bien las cosas y hacer disfrutar a quienes os visitamos.
Estuvimos allí porque nos invitaron a una boda y la previa cenamos de picoteo invitados por los contrayentes. El sitio es increíble y los camareros muy amables. El ambiente muy cómodo y la verdad es que merece mucho la pena. La única pega que le pondría es que la masa de las croquetas de rabo de toro estaba demasiada espesa y se hicieron duras de comer, pero el resto fue todo exquisito. Las patatas fritas muy buenas y los flamenquines increíbles, todo estaba realmente bueno. La experiencia fue fantástica y el sitio recomendable al cien por cien! Estoy deseando volver por Córdoba para poder ir a esta taberna a seguir degustando sus delicias!
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