Es un restaurante que trata de ser de categoría. La decoración cuidada, el ambiente bonito, la comida muy rica… Sin embargo, el servicio es regular y el tiempo de espera demasiado. Fuimos a cenar, la dueña y la camarera un poco estiradas. Tardaron muchísimo en servirnos, desde la ensalada hasta los crepes. Estaba todo rico, pero tardamos casi tres horas para tan poca comida!
Lo cierto es que puedo entender las reseñas negativas por las esperas (están saturados muchas veces), pero a cambio la comida es de lo mejor que hay, las proporciones son muy generosas y el servicio es bueno para los pocos que son.
La cocinas es pequeña y seguro que si atienden a menos serán más rápido pero los precios serán mayores y entonces vendrán otras quejas
La Rigolette es espectacular, el queso brie es una pasada, el crepé de manzana flambeado… siempre que voy a La Manga voy muchas noches
Ser un poco más comprensivos con la espera, disfrutar de la compañía y del entorno
Me ha encantado, siempre que vengo por la zona es una parada indispensable.
Nos encantan los crepes y tienen una variedad enorme y exquisita tanto dulces como salados.
Aparte su carta contiene más variedad de platos, no puedo opinar sobre ello aunque viendo la calidad y sabor de los crepes.... Entiendo q el resto será similar.
Un ambiente tranquilo a orillas del mar, buen servicio.
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