Nos sentamos en la terraza de abajo a “hacer tiempo” esperando una reserva que teníamos en otro sitio más conocido y la verdad es que nos arrepentimos de no habernos quedado a almorzar aquí. Nos encantaron las “papas arrugás” que nos pedimos y la cerveza estaba súper fresquita. Además todos los platos que salían para otras mesas tenían muy buena pinta. Nos sentamos en la parte baja y aún así había unas visitas preciosas y el servicio fue fantástico.
Un restaurante maravilloso, enfrente al mar, con un servicio super simpatico, nada caro y con una comida buenísima. Que mas se puede pedir? Una parrillada de pescado con mucha cantidad y el postre es digno de golosos. Carlos, eres un crack! Volveremos siempre.
Me encantó, comí riquísimo, el servicio súper amable (soy alérgica a los mariscos y me adaptaron los platos). Atardecer divino con música en vivo. No se puede pedir más :)
An error has occurred! Please try again in a few minutes