Día de lluvia perfecto para ir a comer allí. Entorno espectacular. Comimos un sábado de menú por 15 €. Eso sí, la bebida y el café no estaban incluidos. Pero vamos, es un muy buen precio para lo que comimos. Yo por ejemplo me pedí de primero un revuelto de rebozuelos (setas) que estaba delicioso. Me gustó la textura que le dieron al huevo. De segundo entrecot muy tierno con patatas caseras. Y para terminar, el postre brutal. Tarta de queso exquisita. Probablemente la más buena que haya comido.
Cafecito y chupito de pacharán.
El trato buenísimo y se estaba muy tranquilo.
Sin lugar a dudas, para repetir.
Restaurante super recomendable, terraza super bonita y comida y atención excelente. Comida casera y de calidad.
Paisaje precioso y buen restaurante. Merece la pena hacer uno de los muchos recorridos e ir a comer allí.
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