Es la primera vez que visito este emblemático establecimiento ubicado en pleno centro de León. El local está muy concurrido. La terraza completa y en el interior apenas quedan mesas.
Viendo todo esto uno no puede imaginar que al pedir una 0,0 y una tostada con tomate, le vayan a servir un tomate (incomible) envasado y un pan tan poco apetecible.
La atención ha sido excelente. Servicio, en barra, rápido y con alegría.
Es un sitio agradable, te atienden bien y sirven comida rica, aunque deben mejorar con más camareros para tantas personas al día que entran
El café está buenísimo, y la atención ha sido muy buena por parte de una chica; tengo cuatro estrellas porque otra camarera no me atendió y estuve esperando con la persona que me acompañaba un rato hasta que vino amablemente la otra y me atendió con una sonrisa.
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